sábado, 24 de julio de 2010

LOS NUEVOS TIEMPOS

A continuación transcribo un párrafo del artículo "El secreto del Profesor Ratzinger" del P. Piero Gheddo publicado por Zenit hoy:

Sólo les sugiero cambiar, en el segundo párrafo, la palabra "Europa" por "Argentina" y donde dice "cuatrocientos años", pongan "doscientos". Aquí va:

Citando a santo Tomás, Ratzinger afirma que es posible superar toda deletérea contraposición entre el lenguaje de la fe y el lenguaje de la razón...  Los Padres de la Iglesia llevaron a cabo una admirable síntesis entre la fe bíblica y el espíritu helénico. De la misma forma, escribe el joven Ratzinger, “si (hoy) es esencial, para el mensaje cristiano, ser no una doctrina secreta esotérica para un limitado círculo de iniciados, pero el mensaje de Dios se dirige a todos entonces es esencial, por tanto, también traducirlo hacia el exterior en el lenguaje común de la razón humana”.
El joven sacerdote (desde 1951) y profesor alemán no se hacía sin embargo ilusiones. En un artíaculo publicado en 1958, el treinteañero Ratzinger escribió que considerar a Europa un continente “casi del todo cristiano” es un “engaño estadístico” [2]: “Esta Europa – continua – cristiana de nombre, es también desde hace cuatrocientos años cuna de un nuevo paganismo, que crece sin descanso en el corazón mismo de la Iglesia y amenaza con demolirla desde dentro”. La Iglesia católica de la posguerra le parece haberse convertido “cada vez más, de una forma totalmente nueva, la Iglesia de los paganos. Ya no, como antes, Iglesia de paganos convertidos en cristianos, sino Iglesia de paganos que se llaman aún cristianos y en verdad se han convertido en paganos”.

Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

Así se ve por las declaraciones y agresiones de la Sra. Presidente y de algunos senadores, autoproclamándose "católicos" y obrando contra los principios más básicos de la fe cristiana. Pero lejos de ser un caso aislado de la realidad, creo que estos ciudadanos, hoy representantes, representan, sin quererlo, las masas católicas argentinas. ¡Cuánta gente que se acerca a bautizar a su hijo no tiene la más mínima intención de que su pequeño profese la fe en Cristo! ¡Y cuántos padres cristianos se conforman con que su hijo haga la primera comunión, pero no tienen ningún interés de que sus hijos se encuentren con Cristo vivo a lo largo de toda su vida en la Eucaristía! Para peor de males ¡Cuántos buenos católicos se sienten muy contentos de que haya muchos niños bautizándose y otros tomando su primera comunión, pero no sienten el menor interés en procurar que estos niños sean educados en la fe! La prueba de ello es que a la hora de necesitar catequistas ¡NO HAY!... sin contar con los sacerdotes y laicos que hoy se oponen a la enseñanza más elemental de la Iglesia, quedando de hecho, fuera de la comunión de fe voluntariamente.



De verdad me parece que esta visión profética del P. Ratzinger, hoy nuestro Sumo Pontífice, la pone de manifiesto él mismo con su actitud de búsqueda de comunión y de firmeza en el seno de la Iglesia. Al punto de suscitar oposición hasta dentro de la Iglesia... y no me refiero a los clérigos, sino a los bautizados que deliberada y neciamente se oponen a la misión del mismo Pastor que Cristo nos dejó, desconociendo la acción del Espíritu Santo. Qué gran contradicción que muchos anglicanos deseen entrar en la comunión católica por la firmeza de la fe, y que algunos católicos quieran salir de la Iglesia por el mismo motivo; qué gran contradicción que los ortodoxos se sientan llamados a buscar la unidad de la Iglesia con la Iglesia católica en este pontificado del Papa Benedicto XVI, pontífice calificado de retrógrado, cuando no lo querían hacer con Juan Pablo II, Pontífice de gran apertura y diálogo



¿Qué vamos a hacer los que amamos a Cristo y a su Iglesia? ¿Qué vamos a hacer los que creímos en el Señor cuando nos llamó a formar parte de su Cuerpo? ¿Qué vamos a hacer los que vivimos cada día contentos de haber sido llamados a seguir a Cristo como sus discípulos? ¿Seguiremos mirando qué hacen los demás? ¿Dejaremos que los necios opinen, saquen conclusiones, condenen, denigren y se burlen de la Iglesia de Jesús? ¿Qué armas tomaremos para defender a la Iglesia? No lo duden: "En lo que a ti concierne, hombre de Dios, huye de todo esto. Practica la justicia, la piedad, la fe el amor, la constancia, la bondad. Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos. Yo te ordeno delante de Dios, que da la vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: observa lo que está prescrito, manteniéndote sin mancha e irreprensible hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo."(1 Timoteo 6, 11-14)


Esto, hoy, en Argentina, es mucho más que llevar una vida piadosa. Es un combate que requiere compromisos decisivos. Con las armas del Evangelio, con los criterios de Cristo y no con los del mundo, siendo "hábiles para el bien y sencillos para el mal" (Rom.16, 19) ¿QUÉ VAS A HACER EN ESTA HORA DE LA IGLESIA?



Por mi parte ya comencé la batalla... y la voy a ganar.

jueves, 29 de abril de 2010

SOLILOQUIOS


Me he quedado impresionado. En estos días pude comprobar con mayor fuerza la ignorancia de la fe. Me pregunto si los padres que hoy traen a sus hijos a recibir los Sacramentos de Iniciación... hasta la Primera Comunión, y ya no a la Confirmación, en el futuro verán a sus hijos no bautizar a los nietos. ¿Quiénes seremos la Iglesia de aquí a 30 años, si Dios nos da vida? No digo cuántos, porque la Iglesia no se mide por número. Basta saber cuántos discípulos formó el Señor Jesús en su ministerio, y con quiénes!!! 
Tal vez es una de las razones por la cual algunos pensadores católicos preven cambios doctrinales profundos. Esto no deja de ser una visión evolucionista de la fe. Un tema profundo. Importante. Si la evolución de la historia es cambio de fondo de lo que Jesús enseñó, consideraríamos imposible la transmisión de la fe como contenido cultural primigenio. 

Lo cultural es transitorio, es cierto; pero lo espiritual humano, en este mundo, no. Las costumbres de diversión, de alimentos, de arte, y otros pueden variar. Pero el ser humano es el mismo desde la creación. Es el mismo con los mismos sentimientos, las mismas aspiraciones y las mismas limitaciones. Creo que las lecciones de la historia presente ya lo dicen. Seguimos asistiendo a lo que significa la barbarie y la cultura. La barbarie mayor, la auténtica, aquella que desconoce lo humano como valioso: la vida humana desde su concepción, la dignidad de la familia, la naturalidad del ser humano. Ya no resulta tan evidente quién es el hombre. A eso me refiero, ¿podemos cuestionar lo evidente? Y lo evidente ¿es lo que construimos con los parámetros de la cultura dominante o lo que es evidente a los sentidos, a la razón? Qué curiosa contradicción, mientras se reclama por aquí y por allá la sensatez de ser más racionales, la irracionalidad domina por todas partes. Ahora ser humano es un acuerdo de partidos políticos, y esos acuerdos son por intereses distintos, no por lo humano.

Cuando ocurre todo esto, siento profundamente el deseo de estar en soledad, en una quieta tarde de otoño escuchando el sonido de la creación. Creo que ella me devuelve la paz. Me devuelve a la realidad. No me hace escapar de ella, por el contrario, me sumerge en mi propia limitación, amada por el que nos creó. Me devuelve a la comprobación feliz de mi pequeñez  y de soberana impotencia de mi espíritu para autorevelarse. Necesito mirarme en mi nada para acercarme a la grandeza de ese llamado interior que resurge poderoso dentro mío. Somos hechos para Otro. Somos hechos para el otro. De allí nace la necesidad de servir, de contemplar y no de apropiarnos, de construir y no destruir. De descubrir que también la ciencia y la tecnología son la cara oculta de la limitación humana. Ya lo dice el Papa en su Encíclica "Dios es amor" ¿Hay más felicidad en el hombre porque ha logrado tantas cosas en la ciencia y la tecnología? Seguimos comprobando que el bien y la verdad no están al alcance de todos. ¿Se debe esto a que el mundo no tiene libertad? Sí, no tiene libertad. No tiene la libertad que espera al buscar por caminos falsos. Caminos que sólo dicen que no la podemos obtener si no nos vinculamos con el Otro. A una necesidad surge otra, a una enfermedad le sigue otra, a una crisis económica otra, a un desarrollo de la ciencia aparece una carencia elemental, a una abundancia de medios, poblaciones con hambre. ¿Dónde está la libertad? ¿Por qué no se puede conjugar con el bien? ¿Por qué la libertad de un País significa la esclavitud de otro?

Evolucionismo que no puedo compartir. Si el hombre deja de ser el hombre, de experimentar su radical necesidad de encontrarse con lo infinito, entonces un abismo inmenso se abre ante nosotros. Los suicidios, los muchos suicidios son el testimonio del hombre sin sentido. Del que se abre a la limitación como un paso final hacia la nada. La limitación bien amada, la que nos dice quiénes somos, también nos dice de nuestro inmenso valor. La limitación que dice que a pesar de tantos progresos, de tanta capacidad de hacer, no encontramos en nosotros mismos nuestra capacidad de ser. 

Así el hombre ciudadano, el que piensa en los viajes que hará al extranjero, y el humilde trabajador del campo; el de la política llena de acuerdos y de presencia en los medios con aquel cuya vida simple apenas conocen los propios, son idénticos. Porque es en esta continuidad de la historia, que no es estancamiento, sino auténtico progreso del hombre donde se reconoce que hay una realidad metacultural, aquella cosa que hace que todo lo que acordamos en vivir como sociedad y como individuos tiene sentido y tiene medida. La medida que es el límite de lo perceptible por la sola razón, lo que abre al misterio del hombre que es alguien para sí infinitamente abierto a ser conocido.

"Conocerán la verdad y la verdad los hará libres" (Jn. 8, 32)

sábado, 17 de abril de 2010

Nuestro presente nos invita a una decisión que hace falta renovar: fuimos llamados y volvemos a serlo

Ya pude volver a la Radio. Santa María FM (www.santamariafm.com.ar) vamos los martes a las 19,30 hs en vivo hasta las 21 hs y se repite los sábados a las 10,30 hs.
Estoy contento con eso. Me parece que es necesario evangelizar. Tomar el toro por las astas como se dice. Y así lo hacemos. El Evangelio de hoy nos ayuda. Jesús a la orilla del lago y la pesca milagrosa, la comida eucarística y el diálogo con Pedro ¿Me amas más que estos? Impresionante. El "más que estos" tiene más vigencia hoy ¿no?
Más que los bautizados que se conforman con dos de los Sacramentos de Iniciación (Bautismo y Eucaristía) y sólo para inciarlos. Más que los bautizados que quieren tener a Jesús en el corazón, siempre que no hable, no pida y menos, que exija... siempre que no estorbe, o sea. Más que los que concientes de sus pecados (como ojalá yo el primero y todos los cristianos) pero que no quieren dejarlos, o no creen que Jesús nos recibe siendo pecadores pero que nos reviste de su gracia para vivir en santidad. Y LA SANTIDAD ES POSIBLE. Sí, estoy convencido y por eso no bajo los brazos.

Este "más" es esta confianza mayor, esta seguridad que se apoya en él, no en mí. Pobre Pedro, al final tuvo que darse cuenta: el sol no gira alrededor de la tierra (seguramente él no lo sabía entonces). Dios no gira alrededor del hombre, sino que el hombre gira alrededor de Dios, siguiendo esta metáfora. Ahí está el quicio de la razón humana.

Lo contrario es el caos que nos circunda donde hacemos gran alboroto por un pecado gravísimo, pero que aprobamos legalmente otro pecado no menos gravísimo, todavía peor. Nos preocupa la integridad de los niños que sufren abusos, menos mal. Pero no nos preocupa la integridad de los chicos que son atropellados en su derecho fundamental, en el que está antes de todos, el derecho a la vida. Hacemos gran aspamento de la dignidad de la mujer y la queremos equiparar al varón, sometiéndola a las acciones para las que naturalmente no está preparada, como las acciones físicas donde su organismo no puede rendir del mismo modo que un varón; pero no nos preocupa la denigración de su persona como objeto, considerando la  prostitución como "trabajo sexual". La lista sigue, pero no vale la pena. Son testimonios suficientes. Necesitamos volver a la razón (pero ojo, parece que la Iglesia se opone a la razón, dicen por ahí)

"¿Me amas más que estos?" Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo... a quién voy a ir, sólo tú tienes palabras de vida eterna.

jueves, 15 de abril de 2010

Las acusaciones a la Iglesia son una persecusión evidente y una discriminación de la que nadie parece anoticiarse.

Claro, no es que el tema pedofilia quede allí como si aquí no pasó nada. NO hace falta que abundemos en detalles de todo lo que la Iglesia hace al respecto. Sí hace falta poner de relieve que la fuerza de las palabras iniciales de las notas periodísticas son un caso evidente de persecusión. Se sabe que en el lenguaje web los títulos dicen la noticia resumida, siguiendo el método de pirámide invertida, con tal suerte que lo que se quiere decir ya está todo dicho en el título. Ahora con "El Vaticano afirma que pedofilia está vinculada a homosexualidad". En realidad el título debiera decir, en honor a la verdad, "Fulano de tal dice que..." "Tal representante afirma...". No ví aparecer una noticia periodística que diga "LA PRESIDENTE DE LA REPUBLICA DICE QUE EL CELIBATO LLEVA A LA PEDOFILIA" porque algún funcionario haya hecho una afirmación tal. Ni "LOS JUECES ARGENTINOS AUTORIZAN LA MUERTE DE UN NIÑO NO NACIDO", como efectivamente ocurrió. Aunque hubiera sido injusta la generalización.

A nadie se le caen las medias por que se relacione celibato con pedofilia o sacerdocio y pedofilia como lo han hecho en palabras más que elípticas, evidentes. Y lean bien, dije "sacerdocio", no dije "estos sacerdotes".
Pero que se relacione pedofilia con homosexualidad, ah, no! Eso NO! Es discriminar.

Imagino que haber hecho el vínculo en estos tiempos en que se busca la afirmación ideológica de la homosexualidad como una condición humana no sólo aceptable sino natural y buena,es una imprudencia.  Y haber pretendido decir que esto es una afirmación científica es desproporcionado.

Mientras tanto, los que queremos seguir construyendo el Reino de Dios, aún desde nuestras limitaciones. Y cada día terminamos casi sin aliento en la búsqueda del bien y la verdad, no salimos en los diarios. Sí, es verdad, no somos héroes. Lo digamos con propiedad: Siervos inútiles somos, hicimos lo que teníamos que hacer. Que estas palabras enseñadas por el Señor no se nos caigan de los labios. Así toda la barahunda de dimes y diretes que ya cansan caerán por su poco peso.

miércoles, 14 de abril de 2010

¡Cuántas persecusiones! Es tiempo de gracia

Sobre la pederastria, como si sólo los clérigos cometiesen este delito; al Papa, como si fuera el que "frena todo" en el mundo; a la Iglesia misma también por defender la vida humana. Qué mejor momento que este tiempo de gracia que es la Pascua. Lo es verdaderamente. Es bueno saber que la vida que Cristo Resucitado nos da no es de este mundo. Si dependiésemos de eso qué desesperante. Pero hemos recibido la vida del Resucitado. Una nueva vida y la cosa es diferente.

La persecusión no nos aplasta porque ella se mueve en los criterios de este mundo. Y estos criterios no tienen nada de humanos, sino lo contrario. Me parece importantísimo pensar que tenemos que poner en la web y en todas partes el Evangelio de Jesús. El Señor no esperó a tener éxito o a ser felicitado para anunciar su Evangelio, nosotros tampoco.

Sí que es difícil luchar contra tanta cosa. Jesús tuvo que vérselas todavía con situaciones peores. Prácticamente era él solo contra todos ¿no?

viernes, 9 de abril de 2010

¡FELIZ PASCUA DE RESURRECCIÓN!

Me he retrasado con el blog. Todos pueden entender lo que es la vida de un párroco en los días santos. Ha sido una Semana hermosa. Sigo pensando que ya que el Señor resucitó podría haber hecho nuevo el calendario también así los días serían más largos, durmiéramos menos y trabajáramos más por el Reino. Pero El sabe lo que hace y todo lo hace muy bien.
Cristo ha resucitado. Qué frase tan grande y decirla en este momento de la vida de la Iglesia con tanta persecución tiene mucho sentido. Me siento feliz de ser Iglesia. Me pregunto a veces si todo el rollo presente respecto a la persecución no es el preludio de otra más grande. Estar dispuesto al martirio, o bien irnos disponiendo al martirio. Creo que ante todo pasa por vivir en fidelidad a cada instante, con una vida sencilla pero muy fiel.
En esta Pascua no he podido resolver algunas cosas interiores. Me obliga a la humildad de compartir como muchos la limitación de nuestra pobre humanidad. Y me obliga, felizmente, a seguir pensando en que es el Señor Jesús quien nos salva. He redescubierto el valor de esa realidad descansadora: ¡Sálvame, Señor! Sé que tengo que resolver algunos temas para ser constructor de unidad en la Iglesia en esta hora de prueba. Quiero empezar ya con el deseo firme de hacerlo y con el corazón libre de todo mal sentimiento. Así ya la paz es posible. Sólo queda seguir pacientemente trabajando en el tiempo que el Señor nos da para ir construyendo una Patria de hermanos.

sábado, 3 de abril de 2010

SÁBADO SANTO

Acabo de comenzar un duelo. Providencialmente tan cercano a este Sábado Santo. Ha pasado el momento de la cruz. Ahora es el momento del silencio. Silencio de muerte. ¡Qué diferente es para el que cree este silencio! Hay un dolor de ausencia. Es un dolor de amor. El amor prolonga la presencia del que se ama y ese es el dolor. No sufrimos la muerte de un desconocido, por ejemplo. Simplemente muere. Cuando más, llegamos a sentir pena y un pesar momentáneo cuando estamos cerca del hecho o cuando alguien cercano a nosotros lo está. Pero cuando amamos a alguien y muere, entonces sí se hace profundo el momento. Con eso se ve que no se trata de la muerte biológica lo que provoca el dolor de la partida. En realidad es el amor. 

Mientras más amor, más dolor. 

Esta es la prueba incuestionable del valor del amor humano. No es una realidad física, o en ella no se agota. Reclama eternidad, reclama presencia constante. Dice de un donarse que no se acaba. Por eso es vital para el que cree volver sobre la ausencia del que ama. Hoy volvemos sobre la ausencia de Jesús.

Ayer una persona recordaba las palabras de un niño. Decía que Jesús era el que vivía en su corazón. No me gusta la frase. Me suena simbólica, aunque no deja de ser cierta. El Espíritu del Señor habita en los discípulos que hemos sido ungidos en el Bautismo. Pero lo que no me gusta es que el Señor resulta ser un ser querible, alguien entrañable... y nada más. Es el Señor de nuestras vidas. El dueño, porque fuimos comprados con su Sangre. Es el que está sentado a la derecha del Padre, porque tiene autoridad no sólo sobre nosotros como individuos, sino sobre nosotros como sociedad, sobre el mundo como creación, sobre el Universo que tiene su origen en la Voluntad omnipotente del Padre. Es mucho más que un ser querible...

Y hoy, al contemplar el sepulcro cerrado que contiene el cuerpo yacente del Maestro, resulta ser más que un duelo de alguien "que vive en nuestro corazón". El amor es más que eso. Es alguien que vive en nosotros, en todo nosotros. No se olviden que son el cuerpo de Cristo, nos dice San Pablo en la carta a los Corintios, que habita en sus miembros. Más que símbolo, una realidad. Cristo habita hoy en la región de los muertos. En el lugar oscuro del hombre, en esa zona que no podemos dimensionar pero que es completamente nuestra... y completamente suya. Allí, con su cuerpo sin vida, está el Maestro redimiendo a los muertos.

Este es el nuevo silencio, el que los no creyentes no pueden escuchar porque les habla de la nada. Pero al cristiano le habla del Todo. Para el que no cree le habla de oscuridad, para el creyente le habla de esperanza. Para el que no tiene Padre que es origen de su ser, es el fin de lo que fue y el desesperado horror del no sentido. Para el cristiano es la certeza del amor que lo abarca todo, también la oscuridad y la muerte.

Estoy a las puertas de tu tumba, Señor. Estoy a la espera de entrar y de que salgas. Porque cuando salgas podré entrar para salir victorioso contigo. ¿Dónde está, muerte, tu victoria?

VIERNES SANTO

Hoy tuvimos todo. Qué bueno fue. Estar casi todo el día meditando tu muerte, Señor. El momento del dolor, la Pascua al Abismo. El desprendimiento de tu Madre. En la procesión con su imagen meditaba tan inmenso dolor. A la noche, cuando fuimos al Via Crucis de la Parroquia del Carmen, pasó un vehículo con jóvenes que nos tocaron bocina. Justo llegábamos el lugar de partida. Creí que saludaban, los saludé. Pero en realidad se burlaban de nosotros haciéndonos un gesto obsceno. Qué mejor inicio del Via Crucis. Gracias, Maestro. Puedo revivir los insultos que recibiste en el duro camino del amor. El rechazo es el camino de la cruz auténtica. Hoy la Iglesia entera lo vive con particular intensidad. Hay que ver que hace trastabillar este hecho de nuestra historia presente.

Podría quedarme en un desprecio de tales burlas, pero temo quedarme en un corazón soberbio y satisfecho de sí mismo. Es preferible sentir la humillación, así nos pareceremos más a Tí. "Humillado, no habría la boca... como cordero al matadero" nos dice hoy Isaías. Que seamos así.

Podría aceptar la humillación como un gusto apropiado del que sigue a Jesús. Temo que se transforme en una autosatisfacción espiritualista. Ser un lastimero remedo de la soberbia.

Será mejor aceptar la humillación con el amargo sabor de la impotencia. Una impotencia entregada, querida. Así poder decir como hoy el salmista "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Un volver al Padre que sostiene, que levanta, que devuelve la dignidad recibiéndonos inhertes en sus brazos.. que resucita. Sí, así. Dejar que el sabor amargo de la humillación me tome, para que el dulce amor del Padre me resucite a una vida nueva. Una nueva creación. Padre, me pongo en tus manos. Haz de mí lo que quieras...

JUEVES SANTO

¡Qué día! Meterse en el corazón de Juan, el discípulo amado... ha sido difícil. Más difícil es aceptar que nosotros, los discípulos de hoy estamos tan igual como aquellos. Desconcertados por el mundo que se opone a Jesús. Desconcertados por los que son indiferentes. Desconcertados porque nuestros propios corazones no tienen la altura necesaria para entrar en la Cena del Señor con todos sus sentimientos. 

Pero más tranquilo me quedo. En realidad, cada vez que el Señor actualiza su Sacrificio ¡recreamos la escena completa! Provoca risa y asombra. El ingrediente de la Santa Cena sigue siendo el grupo de los discípulos en la intimidad con el Maestro, y el grupo de los discípulos dispuestos a la traición (con nuestros pecados personales, oponiéndonos al Evangelio en actitudes y modos de pensar), sin comprender demasiado lo que está ocurriendo en ese momento sublime (conversaciones en Misa, distracciones, ignorancia de lo que es la Eucaristía, etc.), queriendo ir con el Señor adonde El vaya ¡Si es necesario moriré contigo! le dice Simón. Y nosotros hacemos lo mismo. Pero no queriendo ir con el Señor hasta la cruz, y nosotros hacemos lo mismo. No queremos esa cuota de esfuerzo por superar los vicios, por dejar nuestras costumbres, por asumir el ridículo de ser cristianos.

Pero mejor voy con Juan a la Cena del Señor, porque con El puedo llegar al momento de contemplar al Señor sirviéndome, lavándome los pies. Me has dado el ejemplo, Maestro. Gracias. Tu gesto me desarma, me seduce y me cuestiona. Sí, quiero hacer lo mismo que Tú. Dame un corazón como el tuyo para amar hasta el extremo.

miércoles, 31 de marzo de 2010

MIÉRCOLES SANTO. MISA CRISMAL

Cómo no tener presente en todo momento al Hno. Andrés. Hoy al celebrar la Eucaristía junto a nuestro obispo y renovar las promesas sacerdotales, viví el momento de tan inmenso don recibido. Recordé muchos tiempos de compartir de fe en los que vivimos nuestro ministerio con el sueño de la santidad de lo que hacemos.

¡Qué gran contradicción con los tiempos presentes! Hay una lucha, no hay duda de que es del Enemigo, por desacreditar la capacidad divina del hombre. En apariencia es una "sinceramiento" que hace ver cuán miserables somos los sacerdotes. Y de verdad lo somos, no es una realidad. Lo somos porque somos tan posibles de ser grandes pecadores... pero somos tan posibles de ser grandes santos, y esto último no se quiere ver. Se quiere desacreditar con la sombra lo que es en realidad luz. 

Sí, luz que hemos recibido y que reflejamos, pero evidentemente, luz que al recibirla no podemos dejar de proyectar nuestra sombra. Pero esta es nuestra. Hasta que todo sea luz en nosotros en el abrazo eterno del Sumo y Eterno Sacerdote, Cristo. Por eso el ministerio sacerdotal es una esperanza para todos los hombres. Si vemos tan inmensas miserias nos podemos asombrar que esta sea capaz de tanta luz. Pero no luz propia, Luz que sólo puede venir de Dios. 

Hoy el Señor, en el miércoles santo, ve a su discípulo, Judas el Iscariote en el momento de la traición. Qué lugar significativo alcanza hoy este discípulo... sin quererlo. Su miseria, su traición, contrastando con la elección del Señor, con la conciencia de la traición,  habla perfectamente de lo que el mundo quiere ver. Jesús eligió a Judas Iscariote. Pero es Judas quien no responde al Maestro. Sí, de eso somos capaces; pero miremos de qué es capaz el Señor. El contraste es el de Simón y los demás discípulos. Ellos saben lo que quieren hacer. Todos dicen lo mismo "no te abandonaremos", pero el Señor sabe que sí lo harán. Eso no cambia su elección, eso no cambia la misión. La razón de la Redención no es la fidelidad de los discípulos, sino la del Maestro.

Al mirar mi limitación y mi miseria, no quiero ser una tristeza para tí, Señor. Que sea tu alegría, pero que mis Hermanos lo sean más que yo. Amén

martes, 30 de marzo de 2010

MARTES SANTO (Jn. 13, 21-33.36-38)

Se acerca la Pasión. Otra vez dos discípulos del Señor se ponen frente al drama del Maestro. La situación es extrema. La incertidumbre del nuevo protagonismo inesperado, la traición, genera distintas actitudes. Sin proponérselo, ambos discípulos, Judas y Simón, tienen la misma ansiedad, pero ambos tienen distinta respuesta. 

Judas sigue su plan, Simón sigue sus ideas. Ambos confían en sí mismos. Ninguno de los dos sabe hacer, en ese momento, el camino del discípulo. El primero se elegirá a sí mismo, y despreciará el camino del Maestro. El segundo creerá tener las cosas claras, pero ha perdido la conciencia de su fragilidad, de su humanidad más encarnada: el miedo y la incertidumbre de lo que no podemos manejar. Ambos dejaron de hacer lo mismo: permanecer junto al Maestro. Pero después del fracaso sus historias cambiarán ¡y cómo!

¡Qué fácil es juzgar sus historias, qué difícil es sustraer la propia vida de sus sentimientos! Señor, que permanezcamos a tus pies siempre.

lunes, 29 de marzo de 2010

LUNES SANTO (Jn. 12, 1-11)

En escena cuatro personajes: María, hermana de Lázaro con la delicadeza y la intuición femenina. Perfume y profecía. Judas Iscariote, hombre del ahora, de la realidad y de la mentira. Los sumos sacerdotes, le religión controlada y Lázaro, testigo en sí mismo, silencioso y presente.

En este cuadro de sentimientos opuestos, Jesús ve llegar su hora. Pasa por encima de la limosna robada por Judas. No le interesa la apariencia del mundo. Hasta parece no importarle los pobres. ¿Dónde está puesta su atención? En su Pascua. ¿Será que ante el peligro inminente de muerte ya no tiene tiempo de ver la realidad? Los pobres claman, Judas roba y él está muy tranquilo dejándose lavar los pies con perfume caro. ¿Será que ve la realidad tal como es? "Busquen primero el Reino de Dios y su justicia", enseñaba el Maestro. ¿No está el Reino en los pobres, privilegiados de él? " A los pobres los tendrán siempre". Parece una sentencia definitiva, pero es claro el diálogo personal con Judas. No es un desentenderse de ellos, es vivir los tiempos de Dios y comprender desde ellos lo que pasa. A los pobres los tendremos siempre, debemos preocuparnos siempre. Me cuestiona. Será una realidad de contínua atención, pero no será la realidad meta de la Salvación. "A mí no me tendrán siempre". Señala un momento preciso, histórico, concreto. El se irá de nuestro lado. La atención debe estar puesta en El, no sólo porque es ese momento de su historia, sino porque es la causa de que todo lo demás acontezca... incluso la atención a los pobres. 

María, mientras este diálogo ocurre, sigue lavando los pies con perfumes. Por su corazón pasa una angustia presentida. Ella reservó este perfume para la sepultura de Jesús. El amigo que cada año peregrinaba a Jerusalén y se alojaba en su casa, llenando de alegría su vida cotidiana está a punto de morir. El hermano que escuchó el dolor de Marta y de ella y que le devolvió a Lázaro está ahí. El mismo en aquellos largos coloquios cuando María se sentaba a los pies del Maestro había llegado a atesorar el momento de la cruz. El Maestro lo dijo abiertamente a sus disípulos, ella lo había escuchado. El Maestro había hablado con ella, su discipula atenta, y en aquellas palabras ella pudo comprender todo, al menos todo lo que los discípulos podían comprender en ese momento. 

María otra vez desatenta a la casa, ajena a los sentimientos de Judas, presente ante el Señor. María, insensible al gasto que hizo, ¡Esforzada en el amor! ¡¿Qué pasó?! ¿Qué te enseñó el Maestro? Me cuestiona. ¡Qué bien que Juan haya notado tu presencia, profetisa y amiga! Era necesario que en el Evangelio del que vuela alto, del Juan contemplativo; estuvieras siendo signo del Reino que viene y signo del Reino presente. Porque cuando el discípulo está a los pies del Maestro, ya no vive en la urgencia de las cosas que pasan, sino en la realidad de las cosas que salvan... también a los pobres, a los que los tenemos siempre, a los que debemos cuidar siempre. 

Lázaro, testigo callado. ¿Aprenderé a vivir en riesgo de ser asesinado? ¿Por qué no huiste? Pero ya has conocido el sabor de la Vida. ¿Quién nos separará del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús?

domingo, 28 de marzo de 2010

DOMINGO DE LA PASIÓN DEL SEÑOR

Hoy hubo mucha gente en la Parroquia. Más que el año pasado. Prediqué pensando en un tema que me obsesiona: Jesús es el centro de nuestra fe. Me ha impresionado el texto del Card. Castrillón Hoyos sobre el mensaje que tiene el ciberespacio sobre la religión. Todo un mercado de venta de bienestar a medida del consumidor. Fe barata. Fe sin Cristo (aún la cristiana).

Se podría decir que es necesario llevar a las personas a descubrirse a sí mismas como hijas amadas de Dios, y de hecho lo predicamos. Pero es más urgente, me parece, llevar a todos a descubrir a Dios, para luego sentirse amados. Y descubrirlo en Jesús porque "el que me ha visto a mí ha visto al Padre".

Es Jesús, mi Maestro. Te queremos acompañar, Señor, en estos días. Que mi corazón esté palpitando con el tuyo. Que nada me distraiga para que en la Liturgia, en mis palabras, en mis gestos y en los momentos menos expuestos a los demás, tus pasos sean mis pasos.

Buena Semana y Santa Semana para todos.

viernes, 26 de marzo de 2010

UN BUEN COMIENZO


Hace tiempo que quería empezar un blog personal. Ahora es el mejor momento. Hemos despedido a nuestro Hermano Andrés DJ. Falleció súbitamente esta madrugada. Tenía 44 años de edad.

Es el mejor momento porque no tengo tiempo para nada, porque estamos cerca de Semana Santa, porque la Pascua de nuestro Hermano Andrés... es el mejor momento porque "no puedo callar lo que he oído".

El Señor comenzará mañana el camino de la Pascua. A la aclamación triunfante del pueblo le seguirán los gritos de condena. Pero seguirá lo más concreto: su Pasión y su Muerte. Así es la vida. Hoy llenos de gloria, abucheados después, pero a la hora de la muerte ¿Quién se escapa? Eso es lo más significativo, o lo más significante. La muerte le da significado a todo lo que hemos vivido. Es el punto oscuro que hace más patente la luz. Ella nos muestra la inútil vaciedad de muchas luchas pero también el buen resultado de las verdaderamente valiosas.

Así es el camino de tu vida en este presente, Hno. Andrés. Has elegido la mejor parte. Hoy tu vida, en vez de perderse se gana. Todos tus combates encuentran la corona del triunfo. Tu esperanza ahora es cierta y la tienes en tu mano.

Te dedico el poema que publico y que escribí hace muchos años, todavía en tiempos de juventud. Un abrazo hasta la eternidad.

P. Joaquín Rafael DJ